Dos antiguas ciudades, Tugunbulak y Tashbulak, situadas en las montañas orientales de Uzbekistán, han sido cartografiadas recientemente utilizando tecnología LiDAR transportada por drones, revelando su tamaño y complejidad. Estas ciudades se consideran entre los centros urbanos más grandes en las regiones montañosas de la Ruta de la Seda, una red comercial global que facilitó el intercambio de bienes, tecnologías e ideas entre Europa y Asia.
Con el tiempo, la Ruta de la Seda desempeñó un papel crucial en la formación del mundo moderno, permitiendo la transferencia de innovaciones como el papel y la brújula, que aceleraron el progreso de Europa tras la Edad Media. Ciudades situadas a lo largo de esta ruta comercial, como Tugunbulak y Tashbulak, prosperaron económicamente debido a su ubicación estratégica, aunque muchas de ellas declinaron con la aparición de rutas comerciales marítimas.